Uno de los principales problemas que enfrentan los niños es la deshidratación a consecuencia de vómitos, diarreas o la exposición prolongada al sol.

“La deshidratación es la pérdida de líquidos que, de no ser controlada a tiempo, puede producir la muerte. La es una de las principales causas de mortalidad infantil en los niños de países en desarrollo. A la pérdida de líquido se suma la pérdida de electrolitos, como sodio y potasio, necesarios para el ser humano”, indicó Celia Zegarra, gerente de la Línea Frutti Ped.

Es muy importante para los padres conocer cuáles son los signos para poder detectar un posible cuadro de deshidratación en sus hijos.

La especialista detalló 5 señales que los padres no pueden pasar por alto:

1. CAMBIOS CORPORALES

Cuando la deshidratación es leve y/o moderada, el infante muestra algunas señales como: mareos, dolor de cabeza, calambres en brazos y piernas, y sequedad de mucosas. Asimismo, al llegar a casos severos se presentan: ojos y mejillas hundidas, piel seca y caliente, ausencia de lágrimas y aumento de frecuencia cardiaca.

2. ORINA DIFERENTE

Una forma muy fácil de saber si los pequeños están deshidratados es revisar regularmente el color de su orina, si es oscura y concentrada quiere decir que están deshidratados, entre más clara sea significa que están consumiendo agua correctamente. Cuando la deshidratación es grave la orina se anula completamente.

3. CAMBIOS EN EL ESTADO DE ÁNIMO

Cuando hay deshidratación el menor suele mostrarse menos activo de lo habitual, soñoliento y apático con mayor irritabilidad y nerviosismo excesivo.

4. SED CONSTANTE

Los niños aun no desarrollan el reflejo de beber agua cuando tienen sed, cuando esta sensación se presenta el menor ya está deshidratado en un 2%. Por ello, debe incluir en su alimentación bebidas rehidratantes (no deportivas) que contengan porcentajes equitativos de sodio y glucosa.

5. PÉRDIDA DE PESO

Frente a un cuadro de deshidratación leve, se puede evidenciar una disminución de hasta 5% del peso corporal, en un caso de deshidratación moderada entre un 5% y 10% y en un cuadro de deshidratación severa entre el 10% y 15%.

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