Siempre se ha hablado sobre el punto G de las mujeres, pero recientes publicaciones se han referido al mismo tema en relación con los hombres.

Conozca cuáles son las zonas con abundantes terminaciones nerviosas que incrementan la estimulación, la intensidad de los orgasmos y la potencia sexual en los hombres.

El primer punto G masculino se ubica entre el labio inferior y la barbilla. En él puedes detenerte con caricias y besos.

El segundo es la manzana de Adán, que además de ser uno de los rasgos más notables de diferencia sexual entre hombres y mujeres, es muy sensible a los besos húmedos y los roces delicados con la piel.

La tercera zona se esconde justo bajo el hueso del tobillo y tiene unas profundas e insospechadas conexiones directas con los órganos sexuales masculinos.

El cuarto punto G es bien visible, pero sufre de prejuicios: las tetillas. Los pezones de los hombres son tan sensibles como los de las mujeres, pero algunos creen que compromete su masculinidad.

El quinto seguramente lo has rozado en más de una ocasión de juegos amorosos. Se trata del pliegue entre el pene y los testículos.

El sexto es también conocido como la zona de la fascinación del hombre, el perineo, la zona que dista entre el final del escroto y el ano.