Las (ETS) son infecciones que se transfieren de una persona a otra mediante el contacto sexual. Estas se pueden producir por bacterias, parásitos, hongos o algún virus.

La mayoría de ellas no son mortales, excepto el , el cual es un virus que destruye la capacidad del cuerpo para defenderse de las infecciones. Se transmite por el contacto con diversos líquidos corporales de personas infectadas (sangre, leche materna, semen o las secreciones vaginales).

A continuación, la doctora Evelyn Campos, médico especialista en ginecología en la clínica Ricardo Palma, nos cuenta las más comunes.

Es la más común en hombres y mujeres, pero en la mayoría de los casos el sistema inmunológico ayuda a desaparecer el virus y evitar la presencia de cáncer de cuello uterino, vagina, pene o ano. Actualmente se puede prevenir con vacunas.

Mayormente no presenta síntomas y afecta usualmente a las mujeres. Si no se toma medidas adecuadas a tiempo puede inflamar el cuello uterino y las trompas de Falopio, ocasionando infertilidad. En el caso de los hombres, se presenta como secreción blanquecina por la uretra, dolor al orinar o en los testículos.

Puede dañar al cuello uterino y la uretra. Las principales señales de su presencia son dolor al orinar, flujo con mal olor, picazón en la vagina y líquido en la uretra.

Es producido por dos tipos de virus: herpes simple del tipo 1 o del 2. Sus síntomas usualmente aparecen después de algún tiempo y contrario a otras ETS no tiene cura.

De acuerdo con la especialista, una forma de detectar la presencia de una ETS es prestando atención a alguna molestia en la zona genital, dolores abdominales o flujos vaginales. Cuando eso ocurre, lo ideal es acudir inmediatamente con un especialista.