El sexo oral ha demostrado ser menos riesgoso que el vaginal o anal, pero no está exento de peligros. También es posible contraer otras enfermedades de transmisión sexual (ETS) como la sífilis, herpes y gonorrea, y a través de esta práctica; además de VIH en relaciones sin protección.

Es mayor el riesgo si tú o pareja tienen ETS para las que no han recibido tratamiento, si no existe una buena higiene bucal (encías sangrantes o enfermas, úlceras o herpes bucal), o si se recibe el semen en la boca.

Recomendaciones para reducir los riesgos

1. Revisa discretamente los genitales de tu pareja en busca de lesiones o cortaduras. Si encuentras algo, no le creas a tu pareja si te dice que lo causó el calor, el clima o la ropa. Debes evitar cualquier contacto con el área hasta que la examine un médico.

2. No uses hilo dental, no te cepilles los dientes ni realices ninguna actividad que pueda causar abrasiones o cortes en tu boca antes de practicarlo. En lugar de eso, utiliza un enjuague bucal o una pastilla de menta.

3. Evita tragar líquido pre-eyaculatorio, semen o fluidos vaginales.

4. Utiliza condones de látex para realizarle sexo oral a un hombre (prueba los condones con sabor que no tienen lubricante). Si lo practicas sin condón, termina con la mano o escupe el semen y usa un enjuague bucal en vez de tragarlo.

5. Evita el sexo oral vaginal durante la menstruación para evitar el contacto con sangre.

7. Busca alternativas: Masajea a tu pareja, recurre a las caricias o a la masturbación mutua. También puedes emplear un vibrador.

8. Evita el sexo oral prolongado; así como traumatismos en la boca o la garganta causado por gran cantidad de parejas en un período corto de tiempo.

Recuerda que cualquier tipo de contacto sexual con una persona implica riesgos, por lo que la mejor manera de evitar un contagio es mantener una adecuada higiene, el empleo del condón femenino o masculino, además de una confiable y honesta comunicación con tu pareja.