Las altas temperaturas, el , la falta de hidratación y de control en el tratamiento de enfermedades crónicas son factores de riesgo para desencadenar un desbalance en el cuerpo.

En , son los golpes de calor los que encabezan la lista de los trastornos de la salud más frecuentes en esta época. Una de las características es el excesivo bochorno en el cuerpo asociado a la prolongada exposición a altas temperaturas. Y si no se atiende oportunamente, puede causar daños en órganos como el cerebro, los riñones y el corazón, e incluso ocasionar la muerte.

En ese sentido, especialistas alertan que las personas con enfermedades cardiovasculares están más expuestas a este desbalance .

“Estos pacientes son más proclives a una disminución de la presión arterial. Además, en el verano hay un mayor riesgo de deshidratación por el aumento de la sudoración, lo que puede afectar el sistema circulatorio y generar desequilibrios en el mecanismo de regulación de la temperatura corporal”, señaló Rubén Azañero, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Nacional Dos de Mayo.

Al respecto, el especialista explica a la población con enfermedades crónicas como las del corazón cuáles son los síntomas de un golpe de calor y recomienda que, de presentarse, acudan inmediatamente al médico:

  • Temperatura corporal elevada, es el signo principal de un golpe de calor.

  • Piel seca y enrojecida, a medida que aumenta la temperatura corporal.

  • Aumento excesivo de la frecuencia cardiaca, debido al estrés por calor que demanda un sobreesfuerzo del corazón para ayudar a enfriar el cuerpo.

  • Dolor o sensación de palpitación de la cabeza.

  • Respiración agitada y poco profunda.

  • Sensación de náuseas o vómito,

  • Estado mental confuso, con problemas de dicción.

  • Mareo o convulsiones.