Algunas personas piensan que una vida saludable es sinónimo de sacrificios y restricciones, sin embargo, esto es una falacia debido a que sólo se necesita una actitud positiva y muchas ganas por sentirte y lucir sano.

Entre los beneficios de llevar una vida saludable se encuentran la prevención de enfermedades como el sobrepeso o la obesidad, así como gozar de un excelente estado de ánimo y actitud.

1.- Come sanamente: Ingiere diariamente frutas, verduras y granos integrales variados. Limita el consumo de las bebidas con muchas calorías, azúcar, sal, grasa o alcohol. Recuerda reducir las cantidades de carbohidratos, para evitar la acumulación de grasa en el abdomen.

2.- Actívate: Realiza una actividad física al menos durante dos horas y media a la semana. Incluye actividades que aumenten las frecuencias cardíaca y respiratoria y que fortalezcan los músculos y huesos. Anima a los niños y adolescentes a que practiquen ejercicio al menos una hora al día.

3.- Protégete: Usa cascos, cinturones de seguridad, protector solar y repelente de insectos. Lávate las manos para detener la propagación de los gérmenes. Evita el cigarrillo y el humo del tabaco de otras personas. Mantén relaciones sanas y seguras con familiares y amigos. Prepárate para enfrentar emergencias. Mantén listo un kit de provisiones.

4.- Relájate: Procura tener un equilibrio entre el trabajo, el hogar y las actividades recreativas. Busca el apoyo de familiares y amigos. Mantén una actitud positiva. Tómate tiempo para relajarte. Duerme entre siete a nueve horas por la noche. Busca ayuda o atención psicológica de ser necesario. Utiliza terapias alternativas que favorezcan la relajación.