“Tocarse” no es suficiente. Para Jorge Uribe, presidente de la Sociedad Venezolana de Mastología, una campaña de diagnóstico temprano del cáncer de glándula mamaria no puede sustentarse en el autoexamen, porque éste sólo puede avisar de lesiones ya grandes.

La mamografía sigue siendo la columna vertebral para el diagnóstico, pero los ginecólogos deben habituarse a ordenar los primeros chequeos mamarios por imágenes a partir de los 25 años.

“El médico, con una mamografía realizada en equipos bien calibrados e interpretada por gente entrenada, puede detectar un tumor de milímetros, seis u ocho años antes de que ese tumor se llegue a tocar”, aseveró el especialista.

También, invitó a los ginecólogos a fomentar la realización del chequeo de los senos por técnicas de imagen desde los 25 años de edad (con la realización del eco mamario) ultrasonido después de los 30 años y la primera mamografía a partir de los 35 años.

Fuente: Efe