Cuando llega el , la humedad aumenta mucho más, algo que no es del agrado de quienes padecen de asma o son propensos a las alergias propias de la temporada. Para ellos, el frío no es su mejor amigo y con tal de evitar sentirse mal, suelen aplicar diversas recomendaciones y cuidados especiales, sobre todo para los grupos más vulnerables como los niños y ancianos.

Resfrío, faringitis, amigdalitis, traqueítis, bronquitis y neumonía son las infecciones respiratorias más características. Asimismo, el se intensifica ya que es una enfermedad bronquial.

Para evitar complicaciones, el doctor Miguel Vidangos, médico Internista de SANNA Clínica San Borja, comenta que estar bien alimentados es la clave para sobrellevar de mejor manera el frío.

“No necesitas tomar litros de jugo de naranjas. Si estás bien alimentado, en especial en los extremos de la vida como en niños y adultos mayores, no deberías de tener ningún problema porque tus defensas estarán fortalecidas. Y aunque se habla mucho de la vitamina C como un factor importante para evitar enfermedades, no es tan cierto. Sólo tomar un suplemento de vitamina C no te va a evitar enfermedades”, indica.

El especialista también detalla que no es necesario salir a la calle con mucha ropa de abrigo puesta. Lo ideal es permanecer frescos, es decir, ni tan abrigados que terminemos sudando, ni muy desabrigados que tengamos frío.

ALEJA LA HUMEDAD Y VENTILA TU CASA

La ventilación de las habitaciones es vital para evitar contagios de infecciones respiratorias, tanto en casa como en el trabajo. Tener todo cerrado con la creencia de que así no pasará el frío, solo conseguirá que el virus se propague. Lo ideal es abrir las ventanas para que haya un flujo de aire y para que se renueve constantemente.

Para evitar enfermedades y agravar el asma, Miguel Vidangos recomienda el uso de deshumificadores (la bola seca u otros aparatos especializados) para quitar la humedad de los ambientes y sobre todo si en casa tienes un pariente que es alérgico.

“Puedes mantener los ambientes limpios y evitar la presencia de muchos objetos (como peluches o cuadros), de manera que no haya lugares donde se puede acumular la tierra, humedad y otros, porque propicia la aparición de ácaros y moho”, explica.