La (Naegleria fowleri), es un parásito facultativo que no necesita oxígeno para vivir y que usualmente se encuentra en aguas dulces templadas, lagos, lagunas, estanques, piscinas, aguas termales y canales de riego.

Aunque la única forma de contagio es por haber estado en uno de los tipos de agua antes mencionada, también puede darse por el uso de lentes de contacto con una limpieza inadecuada. Por tal motivo, los casos no son comunes, de hecho, se estima que a nivel mundial solamente 1 de cada 10 mil personas podría verse afectado.

Para conocer más, el Dr. Marco Antonio Montiel, infectólogo de SANNA Clínica San Borja, explica sus señales y consecuencias:

Síntomas

  • Cuando el ingresa puede demorar semanas en desarrollarse; sin embargo, eso no quiere decir que no muestre señales, ya que inicialmente la persona puede presente un cuadro gripal con congestión nasal, dolor de cabeza y fiebre.

  • Si entró a través del ojo se desarrolla una *queratitis *(inflamación de la córnea), vista roja, dolor ocular y en algunos casos úlceras.

  • Debido a esos síntomas es usual que se confunda con otras enfermedades. Por ello es importante que cuando se acuda con el médico, el posible infectado indique que estuvo en contacto con aguas estancadas o lodo para que se realice un diagnóstico adecuado.

  • Cuando ya se desarrolla, también se puede presentar rigidez en el cuello y convulsiones.

¿Cuáles son las secuelas?

Dependiendo el estado de la enfermedad puede producirse un daño neurológico que requiera tratamiento y rehabilitación o puede ocasionar la muerte. Por ello, si estuviste en una piscina es importante que ante cualquiera de las molestias mencionadas al inicio de la nota se acuda al médico y se indique eso.