¿Quién no ha sufrido alguna vez de o ? Probablemente, más de uno. Y es que estos problemas estomacales son casi una constante en la vida de muchas personas debido a una incorrecta alimentación o a otros factores.

A continuación te explicamos cuál es la diferencia entre ambas dolencias y algunos de sus síntomas.

Ardor

Las personas que lo sufren se diferencian del resto por que su estómago empieza a producir pocos jugos gástricos, un efecto negativo que causa la fermentación de los debido a la mala digestión.

Los síntomas más comunes son sensación de pesadez después de comer, digestión lenta, dolor, sabor amargo, náuseas, y en algunas ocasiones, estreñimiento y gases.

Algunas recomendaciones que ayudan a atenuar dicho malestar son el no ingerir alimentos muy calientes o muy fríos, tomarse el tiempo para masticar bien y el consumir cantidades pequeñas durante el trascurso del día.

Acidez

En este caso, el estómago segrega una cantidad excesiva de ácidos, motivo por el cual los se digieren con una mayor rapidez, lo cual aumenta la sensación de hambre.

Entre los síntomas se encuentran quemazón a la altura del estómago, afectando el esófago; garganta adolorida, regurgitación de las comidas al agacharse, entre otros.

Para reducir dicha dolencia, se sugiere evitar el consumo de frituras, frutas ácidas y masticar bien.