El es una enfermedad que ocasiona que las vías respiratorias se hinchen y estrechen, produciendo opresión en el pecho, tos y problemas para respirar. Este padecimiento puede provocar que aquellos que lo padecen presenten episodios similares a una sensación de ahogamiento.

Usualmente aparecen en invierno debido a que el frío y los resfriados son los principales causantes; sin embargo, en el también pueden darse sino se toman algunas precauciones.

El bronquio es como una manguerita cubierta por un músculo liso que, al cerrarse, produce que el epitelio interior se hinche y evita que el aire ingrese adecuadamente. A eso se le conoce como broncoespasmo, que es lo que ocasiona el asma”, indicó el Dr. Pedro Noriega, pediatra de Clínica San Felipe.

Por ello, en caso de que el niño ya haya sido diagnosticado como asmático, el Dr. Noriega brinda estas recomendaciones para evitar episodios o crisis durante el verano:

1. No dormir con el aire acondicionado encendido ni con ventiladores, dado que ese cambio de temperatura en la noche puede ocasionar broncoespasmo.

2. No poner alfombras en el cuarto del niño y evitar que duerma con peluches.

3. Si usará ropa que estuvo guardada, recordar lavarla antes de utilizarla.

4. No dejar que los pequeños revisen libros que hayan estado guardados porque puede inhalar alérgenos.

5. Si tienen mascota en casa cuidado con los pelos, puede suelen tener bacterias que podría desatar un cuadro asmático.

Cuando los niños llegan a la pubertad, en un 75% de casos desaparece el asma espontáneamente. En el caso del 25% restante, perdura hasta la adultez en un grado más severo”, puntualizó el pediatra de Clínica San Felipe.