Todos los días los medios de comunicación alertan sobre abusos sexuales cometidos contra mujeres o niños por parte de personas ajenas a ellos o familiares cercanos. Entonces, nos preguntamos qué está pasando con las personas que violentan de esta forma e incluso comparten estos hechos en redes sociales.
Para Sandra Fuentes Chávez, psicóloga y docente de la Universidad César Vallejo (UCV), existen personas que han normalizado la agresión sexual y la disfrazan como una broma buscando satisfacer su burla o diversión personal.
El papel de las familias
La especialista en psicología señala que la guía familiar es fundamental para no criar a niños y niñas que en su vida adulta se conviertan en abusadores y machistas. Tener una familia muy permisiva, por ejemplo, podría hacer que los jóvenes se sientan cómodos rompiendo las reglas sociales, ya que consideran que siempre tendrán el apoyo y respaldo de sus familias, hagan lo que hagan.
“Como padres es necesario que sepamos establecer límites en las acciones de nuestros hijos y que sepan, ante todo, que el respeto por la integridad de otra persona debe prevalecer. Y, así como debemos enseñarles que nadie debe acercarse a ellos o tocarlos sin su consentimiento, ellos también deben respetar el espacio e intimidad de cualquier persona”, manifestó la Dra. Sandra Fuente.
Frente a esta situación, la docente de la UCV brindó algunos puntos a tener en cuenta en la crianza de nuestros hijos:
- La concienciación debe empezar desde que son pequeños, fomentando el respeto entre todos y fortaleciendo los límites y acciones que conlleven a ser tolerantes con las personas, respetando ideas o puntos de vista.
- Si nos referimos netamente al respeto hacia la mujer, es importante involucrar a los hombres de la familia en las tareas del hogar, haciéndolos partícipes de las funciones existentes, no como “ayuda” sino como obligaciones como las tendría cualquier miembro de la casa. Asimismo, debemos entrenar sus habilidades sociales, incentivándolos a ser agradecidos, practicando valores, actuando con asertividad, sin la menor intención de dañar a los demás.
- Durante la crianza se debe trabajar la afectividad, el respeto y la tolerancia; pero, sobre todo, ser padres que enseñen con el ejemplo. Los hijos crecen siendo el reflejo de las figuras parentales y de la propia familia, por lo que es de suma importancia inculcarles la autoevaluación para detectar y ser conscientes tanto de sus fortalezas como debilidades. Solo de esta forma se pueden corregir conductas que puedan afectar a otras personas.
La especialista argumentó que es necesario abordar este tipo de casos con nuestros hijos y explicarles el contexto de una agresión sexual. “Que la víctima esté inconsciente, sin poder decidir, es un acto de violencia sexual. Se está abusando de sus derechos y de su integridad física, moral, sexual y emocional; sin darle la oportunidad de poder defenderse”, finalizó.