Uno de los sentimientos más incómodos y no nos deja vivir en paz es la culpa. Este sentimiento negativo puede llegar a afectar nuestra salud y nuestro bienestar.

Normalmente sentimos culpa cuando somos conscientes que hemos cometido algo malo, pero también hay un tipo de culpa que podemos llegar a sentir sin haber cometido ninguna falta.

Sea cual sea tu tipo de culpa es importante que lo superes y lo deseches siguiendo estos consejos:

Identifica: Al comienzo es posible que tú mismo no te des cuenta de la razón por la que te sientes mal. Por eso es necesario que tú mismo te preguntes por qué te sientes mal y qué tienes que hacer para que te sientas bien.

Expresa: Luego de conocer el motivo por el que te sientes así, es importante expresarlo. Busca a las personas afectadas y conversa con ellas. Hazle saber que estás arrepentido o aclara la situación.

Perdón: Aunque puede ser lo más difícil de hacer, es necesario pedir perdón. Esta es una de las formas más efectivas para lograr sanar el daño que hemos cometido.

Repara: Demuestra que quieres subsanar las cosas. El perdón es un primer paso pero luego debes seguir esforzándote por mostrar tus buenos deseos de reparar el daño.