Casi todos hemos mentido una vez en la vida y solemos decirles mentiras blancas, pues, no sacan de un apuro o una encrucijada. “Llego en cinco minutos”, “Ya salí de mi casa” y “Te pago mañana” son algunas de las mentiras más usadas, y los que recibimos esas frases ya sabemos que no es cierto. Sin embargo, también hay personas que no pueden vivir sin decir una mentira en el día y pocos de ellos saben que son mitómanos.

¿Crees conocer a alguno? Cosmopolitan publico 10 señales de que una persona es mitómana, según el libro Lies, Lies, Lies!, de Charles V. Ford:

1. Sus historias son creíbles, tienen algún atisbo de verdad y están muy bien formuladas.

2. Si se le presiona, puede llegar a admitir que lo que cuenta no es cierto, aunque de mala gana; porque sí distingue la verdad y la mentira. No es una psicosis.

3. Su tendencia es duradera y compulsiva. Todos hemos mentido alguna vez por necesidad o por presión; sin embargo, en los mitómanos, esto se vuelve un hábito.

4. Las historias que crea siempre son para beneficio personal. Ya sea para presentarse de una manera favorable ante los demás (ser más rico, más exitoso, más famoso, más inteligente) o sacar algún provecho de alguien más.

5. Suele ser una persona insegura y con autoestima muy baja a pesar de parecer lo contrario.

6. Miente justo por su poca autoestima; cree que no es lo suficientemente bueno para conseguir lo que tanto desea siendo quien es.

7. Piensa que si se muestra como es, la gente lo rechazará.

8. Se siente fracasado y que le falta mucho; por eso, exagera sus logros.

9. Le parece muy sencillo mentir, porque le ha dado resultados.

10. Cuando no puede mantener la mentira, prefiere alejarse antes de aceptarlo. Admitir su fracaso es a lo que más teme. No tolera la confrontación.