Como si del fallecido actor se tratara, uno de los top más internacionales adopta la postura de chico malo y seduce con su impactante mirada.

En blanco y negro y con su habitual maxi tupé Jon Kortajarena aterriza en la portada de GQ. Acaparando completamente la primera plana de la revista, el modelo aparece con un traje retro-vintage emulando los años dorados del western hollywoodiense.

Chaqueta de doble botonadura y pantalón oscuros con camisa de rayas y detalle de pañuelo con estampado de cuadros en la solapa son las prendas suficientes para que Jon deje sin respiración a más de una.