La española Agatha Ruiz de la Prada presenta desde hoy en una galería de arte de Santiago de Chile “55 formas de vestir el color”, una exposición en la que, con corazones, globos y estrellas, esta diseñadora quiere transmitir que, además de color, también “es forma”.

“A mí fuera de España me conoce todo el mundo por el color. En cambio en España se me conoció desde el principio por las formas”, dijo a Efe la también empresaria en declaraciones a Efe.

“Empecé haciendo trajes aro, michelín. Yo no soy sólo color, también soy forma”, enfatizó la artista, abrigada con un vestido de terciopelo azul y amarillo.

En la exposición se presentan las creaciones de la diseñadora, simulando dos desfiles de moda, que están abiertos de forma gratuita a sus admiradores chilenos, quienes durante mucho tiempo contemplaron un mural de ella cada día en la estación de metro de Bellas Artes.

“En esta exposición hay dos desfiles enteros. Uno acaba con un traje de novia de margaritas y otro con uno reciclado. Los dos son trajes de novia bastante alucinantes”, comentó mientras mostraba sus diseños a Francisco de la Maza Chadwick, alcalde del municipio de Las Condes.

Los espejos que cubren el cuerpo de un maniquí son la puerta de entrada hacia los mundos de Agatha que, como siempre, son surrealistas, infantiles, coloridos y muy difíciles de llevar.

La diseñadora relató que Lady Gaga le está ayudando mucho e incluso augura que en el futuro sus atrevidos diseños van a parecer “muy ponibles”.

Pero en este caso ha apostado por vestidos que son verdaderas obras de arte porque considera una “falta de respeto exponer cosas comerciales en un museo: “Esto no es el Corte Inglés o Ripley. Aquí no estamos para vender lechugas”, apostilló.

Aunque ya había visitado Chile, ahora quería hacer algo que acercara su moda a la gente, “más allá del elitismo de los desfiles”: “Cuando haces un desfile , el desfile es una cosa muy minoritaria y por aquí puede pasar muchísima gente”.

Los 55 vestidos que se muestran en la galería son del armario de la propia diseñadora que critica que la gente “no tiene imaginación para vestir” y les anima a lucir sus diseños porque “lo más divertido de sus vestidos es llevarlos”.

EFE