Hace unos días se desarrolló la gala de entrega del Basque Culinary World Prize 2017, un premio creado por Basque Culinary Center y el Gobierno Vasco, en el marco de la estrategia Euskadi-Basque Country, siendo ganadora la chef colombiana Leonor Espinosa y miembro del jurado el destacado chef peruano .

Esta premiación tiene como fin reconocer a chefs con iniciativas transformadoras que demuestran que la puede traducirse en un motor de cambio en ámbitos como el de la innovación, educación, medio ambiente, desarrollo social o económico, salud o, en general, que impacten positivamente en la sociedad.

Leonor Espinosa logró la distinción por su trabajo en Funleo; una fundación de “Gastronomía para el desarrollo” que reivindica el saber ancestral de poblaciones, sobre todo indígenas y afrocolombianas, impulsando procesos de crecimiento rural en marcos de soberanía alimentaria, creando canales de comercialización con pequeños productores, así como espacios para la educación, nutrición, emprendimiento y turismo en localidades étnicas.

El premio, que cuenta con una dotación económica de 100 mil euros, se destinará a proyectos de Espinosa englobados en Funleo, como la inauguración de un Centro Integral de Gastronomía en el Chocó, donde como marco alternativo al narcotráfico, conciencie al país de su riqueza gastronómica para que, de forma autónoma, sus comunidades transformen su patrimonio biológico, cultural e inmaterial en formas de desarrollo social y económico.

Leonor Espinosa fue elegida ganadora del Basque Culinary World Prize 2017 de entre diez finalistas, por un jurado presidido por Joan Roca, de El Celler de Can Roca (España) y conformado por algunos de los chefs más influyentes del mundo, como Gastón Acurio (Perú), Michel Bras (Francia), Dominique Crenn (USA), Yoshihiro Narisawa (Japón) y Enrique Olvera (México) y por expertos como Laura Esquivel, autora del best-seller Como agua para chocolate; el escritor vasco Kirmen Uribe, Cristina Franchini, experta en derecho internacional, el sociólogo rural Matthew Goldfarb y María Fernanda di Giacobbe, ganadora del Basque Culinary World Prize 2016.

“El premio significa una ilusión para aquellas comunidades que durante años han luchado por ser reconocidas a través de su valor ancestral y aporte a la identidad cultural nacional. Es una forma de mitigar el silencio generado por el conflicto armado, la injusticia y la exclusión. Y para el país ratifica, en este proceso de reconciliación, la importancia de apostar por procesos gastronómicos como herramienta significativa para el desarrollo económico de las poblaciones donde realmente se encuentra el verdadero patrimonio generador de bienestar”, precisó la ganadora.

A su vez, la consejera de Desarrollo Económico e Infraestructuras Arantxa Tapia ha señalado que… “Uno de los escenarios donde queremos que Euskadi siga siendo un referente a nivel internacional es en materia gastronómica, porque estamos convencidos de la relevancia que puede alcanzar este sector. Entendiendo la gastronomía, como un eslabón más de la cadena de la alimentación, y como motor de cambio que aporta una mirada distinta ante esquemas convencionales y que busca soluciones a problemas sociales, que al final nos atañen a todas las personas.

Por su parte, Bixente Atxa, rector de Mondragon Unibertsitatea y Presidente del Patronato de Basque Culinary Center, ha agregado “El auge experimentado por el sector de la gastronomía en los últimos años ha puesto a los chefs en el punto de mira. Estamos convencidos de la relevancia que puede alcanzar este sector cuando sus actores se suman a la atención de problemáticas sociales relevantes”.

La misión de Basque Culinary Center es desarrollar el potencial económico y social de la gastronomía. Por eso creamos junto al Gobierno Vasco el Basque Culinary World Prize, un premio para chefs con iniciativas transformadoras, que expresan de forma especial cómo la gastronomía puede constituir un motor de cambio”.