Nunca faltan en algunas zonas esos grupos de pandillas conformados por jóvenes, y a veces niños que no superan los 12 años pero que pueden ser el temor de la zona por sus travesuras y vandalismos. Con un grupo así se encontró Konstancja Nowina en la ciudad polaca de Zabrze. Pues, a pesar de ser una zona que se encuentra ubicada cerca de lo que fue un campo de concentración, ella enfocó su atención en estos niños que tienen entre nueve y 12 años.

Tras verlo después de unos días, decidió documentar la vida de estos niños a través de estas fotografías. “Su mundo puede parecer fascinante, un espacio sin límites para la vida y la imaginación, pero entonces uno se enfrenta con perplejidad al código moral, es decir, uno se plantea cuántas malas acciones aún no han cometido en su vida adulta anticipada”, explica la fotógrafa en Lens.

¡Mira estas increíbles imágenes!