Enfurecido por la guerra contra las drogas, Ashkan Sahihi, el fotógrafo iraní que se autorretrató con sus ex parejas, decidió abordar el tema a través de la fotografía. “Creo que es despreciable”, dijo. “Si el gobierno estadounidense está realmente preocupado por detener el abuso de drogas, lo primero que debió hacer fue generar discusión en la ciudadanía. A falta de eso, todo lo que tenemos es una tonta herramienta política para complacer a la derecha cristiana”, añadió.

Es esta hipocresía la que inspiró a Sahihi a cuestionar el tema mediante el arte, retratando a personas ajenas al consumo de drogas fuera de sus entornos cotidianos, para que experimenten voluntariamente sus reacciones con distintas sustancias.

El resultado se centra en las reacciones físicas de las personas que contrastan con los estereotipos. La muestra se presentó en el Museo de Arte Moderno de Nueva York entre julio y setiembre de 2001.

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