“Lo van a saber las generaciones próximas. Pero sí puedo decir que el descendiente directo de (Johannes) Gutenberg es Steve Jobs”, dijo Andahazi (Buenos Aires, 1963) en México.

De visita en México, donde presenta su última novela, “El libro de los placeres prohibidos” (Planeta, 2012), explicó que de todos los protagonistas de la revolución tecnológica contemporánea el más brillante ha sido sin duda Steve Jobs (1955-2011).

“Fue una revolución cultural y pudo ser posible gracias a Jobs, no a Bill Gates, porque el tipo era un intelectual”, afirma Andahazi, quien destacó la estrecha relación de Jobs con la tipografía.

Al empresario le atribuye el mérito de haber entendido mejor que otros la importancia que tendría “la difusión del pensamiento” para los seres humanos en un mundo donde la tecnología es omnipresente y accesible para millones de personas.

Para Federico Andahazi, atribuir a Gutenberg la creación de la imprenta no es del todo cierto: “Yo diría que (…) nunca tuvo lugar, es un lugar mítico en la historia: la imprenta nunca se inventó”.

En realidad, apuntó, “lo que inventó Gutenberg es una máquina para falsificar manuscritos” que valían “una fortuna” en tiempos medievales.

Para Andahazi, como en el caso de Steve Jobs, Gutenberg quizás no fue plenamente consciente del impacto que para la humanidad tendría aquella revolucionaria imprenta de tipos móviles que acabaría con la actividad de los copistas, calígrafos, encuadernadores e “iluminadores” , a cargo de “las letras capitales”.

EFE