En el año 1968 Stanley Kubrick consolidará su trabajo como director y realizador de obras maestras con “2001: A Space Odyssey” (2001: una odisea en el espacio), la fantástica aventura espacial de una tripulación que se aventura a lo más profundo de la galaxia conocida, tratando de llegar a Saturno en un viaje sin retorno, pero los tripulantes de la nave espacial son sorprendidos por la inteligencia sobrehumana que le insertaron al vehículo que los moviliza a través de los planetas.

El presupuesto inicial de 5,5 millones de dólares subió hasta los 10 millones en una obra que solo contiene 40 minutos de diálogo para un filme de 141 minutos.

“A clockwork orange” (la Naranja Metálica) y “The Shining” (El resplandor) inmortalizaron finalmente al genio del cine y lo posicionaron en un lugar del que nadie lo ha podido sustituir hasta ahora.