Raúl Cárdenas egresa de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes el año 1968. Desde entonces ha desarrollado una considerable obra que ha transitado de la Figuración a la Abstracción; actuando estos últimos años como un unificador y encontrando la armonía entre ambos, ya que para Raúl Cárdenas, la figuración y la abstracción no tienen por qué contradecirse.

Según el acucioso investigador, curador y crítico de arte, José Medina, en la presentación de esta muestra, su referente más remoto se podría encontrar en las “abstracciones indigenistas” de Alejandro Gonzales “Apurímac” y en la obra abstracta de ese otro gran pintor Alberto Dávila que fue su maestro en Bellas Artes.

En su larga carrera existen hitos que marcan esta. Luego de egresar, tomó como fuente de inspiración el paisaje urbano limeño para luego transitar a su mundo de origen: El mundo andino. Como dijera el recordado maestro Francisco Abril de Vivero “….pintó Lima, sus casas, calles y plazuelas. A fines de los 80, un viaje a la tierra de sus ancestros hizo algo más que revelar ante su vista nuevos paisajes y motivos. Le abrió el camino a otros territorios de la pintura. Las calles de la ciudad sobrepoblada y envejecida fueron sustituidas por la campiña ayacuchana, sus campesinos y arrieros, sus frutos y cacharros….”.

A fines de los 80s es invitado en dos ocasiones a exponer su obra por Europa con un grupo de pintores “neoindigenistas” en diferentes países. A su retorno inicia un replanteamiento que lo conduce a la abstracción y a su obra actual que lleva el título sugerente “Entre el sueño y la vigilia”, tal vez referida a esa fusión de la figura y la abstracción, es decir, de lo real y lo soñado.

Para hacer realidad esta muestra antológica, retornó de la capital a buscar la tranquilidad, el clima y el entorno mágico cósmico de Huanta, la provincia que lo vio nacer. Durante cinco años, desandó el camino recorrido en sus más de 40 años de pintura, recogiendo lo mejor de cada una de sus etapas como artista: desde el paisaje urbano limeño hasta la semi-abstracción en la que pareciera haber anclado.

Podemos manifestar que el hilo conductor a través del tiempo es el mundo andino en el que nació, que sumado a la intensidad cromática dan a su obra la identidad propia que podremos apreciar en esta muestra antológica desde este 14 de Setiembre hasta el 28 del mismo mes en el Centro Cultural de la UNIFE.

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