El director artístico de la Bayerische Staatsoper, Nikolaus Bachler, se declaró “profundamente afectado” por la muerte de Sawallisch.

“Con su gran personalidad y su inconfundible arte dejó durante décadas su impronta en la Bayerische Staatsoper” y hasta hoy su influencia se hace notar en los miembros de la orquesta y en el público, señaló.

En tanto, el jefe de Gobierno de Baviera, el socialcristiano Horst Seehofer, elogió los logros del director de orquesta, nacido en la capital bávara, Múnich, a lo largo de toda su carrera.

Con la muerte de Sawallisch, “nuestro país pierde a una gran personalidad, a un músico genial, a un director de orquesta de prestigio internacional y a un gran ciudadano de Baviera”, subrayó.

Según Seehofer, Sawallisch contribuyó internacionalmente de forma importante a difundir la buena reputación de Baviera como destacado centro cultural.

El músico atrajo el interés del público internacional cuando con 30 años se puso por primera vez al frente de la Filarmónica de Berlín.

Sawallisch comenzó su carrera en 1947 como director de la orquesta del Augsburger Stadttheater, el Teatro Municipal de Augsburgo (Alemania).

Entre 1951 y 1953 se desempeñó como director de orquesta en Salzburgo (Austria), para ocupar después, hasta 1958, el cargo de director musical en Aquisgrán (Alemania).

En 1971 pasó a dirigir la Bayerische Staatsoper de Múnich.

Sawallisch trabajó entre otros con el Hessiches Staatstheater, el Teatro Estatal de Hesse, en Wiesbaden, y la Orquesta Filarmónica Estatal de Hamburgo; dirigió la Sinfónica de Viena y, después de su etapa al frente de la Bayerische Staatsoper, fue el máximo responsable de la Piladelphia Orchestra estadounidense.

Además de su trabajo como director de orquesta, Sawallisch destacó como excelente pianista acompañante y músico de cámara. EFE