Por más de 50 años, el arquitecto Mario Osorio Olazábal, se ha dedicado a la investigación de la sociedad andina, plasmando sus hallazgos en 30 libros publicados. En ellos se muestran los conocimientos y las ciencias ancestrales que, aplicándolas correctamente, se vuelven arte, se vuelven música. La sociedad andina es una sociedad netamente musical, según Osorio.

Todo el universo está compuesto de fibras que obedecen a una rítmica. Dicho universo, o multiverso, como lo llama Mario, es una gran sinfonía. La creación musical de Osorio ha sido elaborada a partir de símbolos andinos que obedecen también a esa rítmica. Al combinar las proporciones de los símbolos y adjudicarles notas musicales, Mario los convierte en partituras, con las cuales ha creado su música, en forma experimental, utilizando instrumentos originales de los andes tanto como elementos electrónicos.

Este 7 de enero del 2018 se lanzó vía YouTube estas creaciones musicales de Mario Osorio Olazábal, bajo el nombre ‘TURQUOISE BOY’ o ‘Niño turquesa’, nombre guerrero puesto por la tradición apache. Los temas musicales están compilados en dos discos denominados: TURQUOISE BOY I (Breathing Songs o Canciones de Respiración) y TURQUOISE BOY II (Sailing Songs o Canciones de Navegación en el Espectro Electromagnético). Ambas creaciones musicales se realizaron en el año 1985. Las pinturas que aparecen en cada track son de su creación.

Mario Osorio escogió el 7 de enero como fecha de lanzamiento, ya que ese día se inicia astrológicamente un nuevo ciclo que permite abrirnos a nueva información. “Es una apertura del entendimiento que contempla la generosidad y la tolerancia. Las polaridades se comenzarán a comprender como los lados complementarios de una unidad, que es un principio básico de la visión andina”, explica.

La producción musical de los discos está a cargo de Santiago Pillado-Matheu, artista sonoro y productor musical. En la gestación del proyecto han participado la artista visual, Mariana Tschudi; la educadora y terapeuta, Elba Bravo; la actriz Claudia Dammert y el hombre ‘Medicina Apache’ Phillipe Cassadore.