Renombrado escritor y dramaturgo nacional, Manuel Ascensio Segura cambió el mundo artístico para las generaciones siguientes de manera formidable junto a su gran compañero Felipe Pardo y Aliaga. Segura representaba los valores democráticos en la sociedad colonial, mientras que su colega se enfocaba en actos aristocráticos y defendía a la colonia española.

Sin embargo, la confrontación de ideas socio-políticas entre ambos escritores fue lo que le dio grandeza a las creaciones teatrales que ambos produjeron. Además, ambos sostuvieron largas polémicas literario-periodísticas por diversos motivos, por ejemplo, Pardo expresa indignación y moralismo ante el desenfreno de los carnavales limeños, mientras que Segura picardía y entusiasmo ante esta fiesta y que en ese enfrentamiento lucieron su mejor talento para criticarse el uno al otro.

Una atenta lectura a la obra de Pardo, nos revela también su profundo amor e interés por el Perú; de otro lado Segura hace también duras críticas a la sociedad peruana.

Entre 1839 y 1845, Manuel Ascencio Segura fue el único que, cada cierto tiempo, estrenaba piezas en el ambiente teatral limeño. En 1839 estrenó el drama “Amor y política” y la comedia “El sargento Canuto”, nueva crítica al militarismo, la cual tuvo una excelente aceptación entre el público.

Enseguida estrenó el drama histórico “Blasco Núñez de Vela” (1840), la comedia “La saya y el manto” (1841 ó 1842) y el entremés “La mozamala” (1842) y en la noche del 24 de enero de 1845 estrenó en Lima la primera versión de “Ña Catita”, pieza de 3 actos (que luego ampliaría a 4), sin duda la más reconocida de sus piezas teatrales.