Tal día como hoy, hace 165 años, nacía Bram Stoker en Dublín. El irlandés autor de Drácula es el ejemplo canónico de creador devorado por la criatura, de autor ensombrecido por la obra.

Bram Stoker tiene una producción apreciable como para ser tenido en cuenta cuando se habla de la época victoriana. Sin embargo, los cien años que han pasado desde su muerte, el 20 de abril de 1912, no han añadido postergación al arrumbamiento.

Bram Stoker ya murió enfermo, olvidado y pobre en una pensión londinense mientras su novela mayor, Drácula, se reeditaba con éxito razonable. El Drácula de Bram Stoker fue uno de los mitos literarios que mejor ha arraigado en el imaginario colectivo hasta el punto de que mantiene hoy plena vigencia y sigue generando nuevas recreaciones artísticas y subproductos tanto culturales como de ocio.