La Esfinge y la pirámide de Micerino, la más pequeña de las tres impresionantes obras arquitectónicas que se levantan en la meseta de Guiza, fueron inauguradas este domingo por el primer ministro egipcio, Ibrahim Mehleb, tras unos trabajos de restauración que en el caso de la tumba de Micerino se prolongaron tres años.

A partir de este lunes la pirámide se reabrirá al público y, por primera vez, los turistas podrán acceder a la explanada contigua a la esfinge, cuyo cuello y pecho han sido rehabilitados, además de uno de sus laterales.

Más de dos meses después de que se iniciaran los trabajos de restauración en la esfinge, “se han instalado todos los refuerzos en el pecho y el cuello para evitar los problemas causados por el clima a las piezas originales”, señaló el supervisor de la restauración de la estatua, Mohamed Saidi.

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