La Asociación de Artistas Aficionados es sin duda uno de los pilares del arte peruano moderno. Desde su creación hace 75 años, ha formado a importantes actores, directores y dramaturgos; impulsado el ballet en nuestro país y patrocinado la llegada de importantes artistas extranjeros, entre otros méritos.

La labor de la asociación se inicia en el año 1938 gracias a la iniciativa de tres estudiantes peruanos que regresaron de España; Manuel Solari Swayne, Alejandro Miró Quesada Garland y Percy Gibson. A estos se le sumaron innumerables intelectuales y artistas nacionales. Con el paso de los años algunas figuras de talla mundial también colaboraron, como Marcel Marceau, Jean Cocteau, Marie Casares, Arthur Miller y T.S. Eliot, por nombrar unos pocos.

Una asociación que ha sobrevivido a los momentos más duros de la historia, golpes de estado, gobiernos militares, hiperinflación, dictaduras, hasta la segunda guerra mundial y la guerra fría, nada detuvo el deseo de fomentar el arte en nuestro país.

Hoy, 75 años después de su fundación, los líderes de la AAA siguen dando la batalla para mantener en pie su actividad cultural. Puestas en escena, talleres de actuación y danza, títeres, entre otras actividades, mantienen vivo el sueño de sus fundadores, y logran con paciencia, mantener el sitial que le corresponde.

Como parte de las actividades por su aniversario número 75, la asociación ha preparado un activo programa. Reestrenarán desde el 14 de junio “Yerma, Mujer que no se Habita” en la sala de la AAA del Centro de Lima y desde el 20 de junio “La Eternidad en sus Ojos”, en el Teatro de Lucia de Miraflores. A la par realizan actividades gratuitas en zonas periféricas de nuestra capital.