Las redes sociales nos dan la libertad de comunicarnos con nuestros seres queridos, cuándo y dónde queramos. Sin embargo, esta libertad tiene un costo: deslumbrados por nuestras vidas digitales aparentemente felices, a menudo no nos damos cuenta de cómo las redes amenazan y dañan nuestras relaciones en la vida real.

Una nueva investigación de demuestra que un tercio de las personas se comunica cada vez menos cara a cara con sus seres queridos, mientras que 21% de los padres admite que las relaciones con sus hijos se han dañado como resultado de haber sido vistos en una situación comprometedora en redes sociales.

Las relaciones con la familia, amigos y colegas están cambiando a medida que la gente se comunica menos cara a cara, como resultado de las redes sociales. Un tercio significativo de las personas admitió que ahora se comunican menos de manera presencial con sus padres (31%), hijos (33%), parejas (23%) y amigos (35%) porque pueden verlos y comunicarse con ellos a través de las redes sociales.

“Los estudios demuestran que la comunicación digital actual complementa la comunicación en la vida real. Vivimos en un mundo globalizado y altamente móvil que da por resultado el distanciamiento entre socios y familiares. La comunicación digital ofrece la oportunidad de llenar los huecos en nuestras vidas modernas causadas por vivir en diferentes ciudades o países. Sin embargo, la comunicación digital no puede reemplazar a la comunicación cara a cara, al menos no siempre y no completamente. La comunicación digital es menos rica en lo que se refiere a canales sensoriales involucrados, lo que resulta en una disminución de la experiencia sensorial”, comenta la doctora Astrid Carolus, Psicóloga de Medios en la Universidad de Würzburg.

El estudio también encontró que aunque los medios sociales pueden ayudar a facilitar los canales de comunicación y acercar las zonas horarias y las barreras que supone la distancia, no siempre hacen felices a las personas. Pueden estropear las relaciones y también hacer que las personas se sientan tristes y molestas; ya que constantemente comparan sus vidas con las de los demás.

La búsqueda de los “me gusta” y la validación social lleva a la gente a compartir cantidades cada vez mayores de información privada en las plataformas de medios sociales, poniendo así en riesgo no sólo a sí mismos, sino también a sus amigos, familiares y colegas. Para aquellos que desean separarse de los medios de comunicación social, el miedo de perder una vida de recuerdos digitales, incluyendo fotos e interacciones, puede dificultar tomar esa decisión.

Aunque las personas se comunican menos cara a cara, alrededor de la mitad de los encuestados cree que la calidad de sus relaciones no se ve en lo absoluto afectada y es aún mejor como resultado de estar conectado en línea con sus seres queridos.

Con el fin de protegerse a sí mismas y sus relaciones, las personas necesitan ser más cautelosas con la información que comparten en las redes sociales. Esto no sólo ayudará a mitigar los peligros del mundo en línea, sino que evitará daños en nuestras relaciones interpersonales en el mundo no conectado.

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