El desarrollo de inteligencia artificial y otras herramientas tecnológicas no desplazará a los humanos en un futuro, sino que estos se convertirán en “directores” de la información que las máquinas generen, coincidieron expertos en el Festival de Innovación Epicentro.

Carlos Rivera, fundador de la empresa SYNX, enfocada a la ciencia de datos, dijo hoy a Efe que las máquinas e innovaciones tecnológicas “aún no son capaces” de realizar todos los procesos por sí mismas.

“El humano llegó para quedarse y no, es imposible que una máquina generalice y pueda hacer todo por sí sola. Se pueden volver más precisas y certeras que un humano, pero ni siquiera comprenden el contexto de qué están haciendo”, afirmó en el marco del festival, que concluye hoy en Guadalajara, capital del estado de Jalisco.

El empresario especializado en recopilación de datos para procesos de inteligencia artificial aceptó que estas tecnologías pueden analizar grandes volúmenes de información en poco tiempo, priorizar los datos valiosos y evaluar la importancia que tienen sin la intervención humana.

Sin embargo, las máquinas “no tienen capacidad de razonar” como sí lo hacen las personas desde que son niños, añadió Rivera, quien participó en el programa “Industrias del futuro” de Epicentro.

Consideró que el temor ante el poder de las tecnologías del futuro “es comprensible” porque las cintas de ciencia ficción imponen una idea preconcebida de lo que es la inteligencia artificial y cómo las máquinas pueden ir contra los humanos, pero por ahora no es posible llegar “a ese nivel”.

“Hoy, aunque estamos en una etapa en que la base de todo es que las máquinas aprendan de sí mismas, (estas) no tienen ese grado de poder razonar como lo hace un humano”, afirmó.

Para Laura Mendoza, miembro de una empresa desarrolladora de tecnologías de diagnóstico médico, el futuro impondrá la necesidad de que las personas se hagan cada vez más responsables de su entorno, ayudados por la tecnología y casi sin mediadores.

La tendencia en materia de salud es “la descentralización del control” que hasta ahora tienen los médicos, pues los desarrollos tecnológicos permitirán que estos profesionales sean más un gestor y no el único dueño de la información del paciente, indicó.

“La gente va a poder hacerse más responsable y va a tener más herramientas para monitorear su propia salud y mejorar sus estilos de vida”, abundó la gerente de la compañía Unima.

En poco tiempo, dijo, habrá aplicaciones que usen inteligencia artificial para obtener información acerca del ADN de las personas, que anticipen problemas de salud y aconsejen al paciente qué puede hacer mejor para aumentar su expectativa de vida, de acuerdo al lugar en el que se desenvuelve.

Estos procesos permitirán al paciente tener cierta “independencia de su médico”, pues la tarea de este profesional se transformará de ser un tomador de decisiones a ser una especie de “director general” de la salud de las personas.

“El médico tiene que hacer una función de director general de tu salud, pero tú puedes ser el operador y hacerte tus chequeos rutinarios, tener acceso a herramientas que te hagan entender qué significan tus resultados sin que el médico esté todo el tiempo al lado”, afirmó la empresaria.

En tanto, el doctor deberá de allegarse de mecanismos tecnológicos que le ayuden a tener la información de diagnóstico de manera rápida y efectiva, para decidir qué dirección puede tomar el tratamiento y qué herramientas puede utilizar el paciente.

Mediante ingeniería genética, la empresa de Mendoza ha ideado un mecanismo capaz de reaccionar con algún fluido corporal para generar diagnósticos de diversos tipos de enfermedades, cuyos resultados pueden ser interpretados mediante un teléfono inteligente.

“Permite que trabajadores comunitarios, nutriólogos, enfermeros o personal que trabaja en comunidades más remotas sepan por dónde va la enfermedad y puedan tomar decisiones más rápidas y oportunas de cómo atender la salud de un paciente”, explicó.

Esto evitaría que personas que viven en comunidades rurales o de difícil acceso tengan que trasladarse a otro lugar para realizarse pruebas o análisis y puedan hacerlo en su lugar de origen economizando tiempo y recursos.

Esta semana el festival Epicentro reunió a unos 7.000 emprendedores que participaron en charlas, talleres, asesorías y mentorías con empresarios, expertos y representantes de instituciones como el Banco Interamericano de Desarrollo, Facebook e Intel.

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