Esto permitirán eliminar algunos molestos detalles como el stuttering o la falta de sincronización vertical en los juegos (pantalla partida).

El G-Sync es un módulo incluido en la circuitería del monitor que permitirá sincronizar este con la tarjeta de video (siempre que esta sea una GTX 650 Ti o superior) y su correspondiente tasa de refresco en un momento determinado. De esta forma, se elimina el tearing al mismo tiempo que se mantiene una tasa de cuadros por segundo estable sin que el rendimiento del juego se resienta con los famosos tirones.

Entre las primeras marcas en vender monitores está Phillips, que mostró en el CES un modelo de 27 pulgadas con ratio de refresco de 144Hz, resolución de 1920×1080 pixeles, y solo DisplayPort como método de entrada. ¿Su precio? USD $649, por si les interesa.