Todos tenemos la costumbre de bajar un programa o aplicación y nunca leer los “términos y condiciones de uso” al comenzar la instalación, pues para qué leerlos si nos tomaría casi 1 hora y no tenemos tiempo para hacerlo. Pero existen algunos riesgos que corremos y de los que somos avisados en estos términos, y Facebook Messenger tiene muchos de ellos.

Facebook Messenger puede ser una aplicación mucho más invasiva de lo que crees. Primero, esta aplicación, como todos sabemos, nos pide permiso y tiene acceso a nuestra cámara, galería de fotos y sincronización con Facebook. Al tener acceso a esas 3 cosas, nos permite tomarnos fotos instantáneamente, enviar imágenes, entre otras cosas.

Llamar y enviar SMS, sin que te des cuenta

Pero lo que nunca imaginaste es que también has autorizado a Facebook a llamar a números telefónicos sin tu permiso. Es decir, podría llamar a tus contactos sin ni siquiera mostrarlo en la pantalla. Lo mismo con los mensajes SMS. Esto no solo podría ser una invasión, sino que también podría sumar dinero a tu factura mensual.

Grabarte y tomar fotos, sin tu permiso

Facebook tiene acceso ilimitado a tu cámara y micrófono. ¿Quiere decir que puede ver por tu cámara y escuchar por el micrófono sin que te des cuenta? Sí. ¿Por qué? Porque en los Términos y Condiciones está escrito eso, y en realidad sí le has dado permiso.

Entre la espada y la pared

Ahora que los usuarios están obligados a usar Facebook Messenger para chatear, ya que la aplicación web de Facebook ha desaparecido por completo su sección de chat, ahora todos tendremos que descargarnos el Messenger, sí o sí. Y una vez que lo hagamos, estaremos dentro del riesgo de ser espiados constantemente.

¿Por qué hace esto Facebook?

Estamos en una era en donde Google (Gmail) lee todos y cada uno de nuestros correos, en donde Facebook nos espía y en donde las principales compañías de tecnología realizan experimentos secretos con los usuarios a favor de “mejorar el servicio”.

En el “mejor de los casos”, si es que podría llamarse mejor a eso, estas empresas estarían espiándonos, como dicen, para mejorar el servicio o para poder enviarnos una publicidad más personalizada, al conocer todos nuestros gustos, preferencias, pasatiempos, etc.

En el peor de los casos, toda la información recopilada estaría destinada a otro tipo de compañías, o quizás al gobierno con propósitos más complejos.

Fuente: Mateus Mancilla / computerhoy