Esta plataforma permite hacer preguntas anónimamente. Puedes darle ‘me gusta’ a una pregunta, a una respuesta y por supuesto contestar las interrogantes que te hacen. La utilidad que uno le pueda dar a esta red social depende de cada usuario. Por ejemplo, hay expertos en temas diversos que emplean ask.fm resolver dudas de sus seguidores de la manera más rápida.

Todo bien hasta allí. Los jóvenes y adolescentes han optado por los chismes y bromas, y en algunos casos entablan diálogos con desconocidos. Hace dos meses en Inglaterra Hannah Smith no pudo soportar los constantes acosos que sufría en esta red social. Después de varios meses tomó la decisión y el 2 de agosto se suicidó en su casa de Lutterworth, en Leicestershire.

Con tan solo 14 años de edad, Hannah tenía una” cuenta en Ask.fm y preguntó qué podía hacer para tratar su piel. Las respuestas que recibió fueron incitaciones a que se corte, que beba alcohol o que se suicide. Todos los días recibía ‘soluciones’ así. Un día se mató. No pudo más.

Este solo es uno de tantos casos de acoso cibernético que se dan en esta plataforma. El anonimato en las redes protege a los abusadores. Ask.fm se pronunció ante estos hechos y ha cambiado su política de seguridad.

Ahora se pueden bloquear a usuarios, y la opción para reportar y denunciar está mucho más visible. Además, para este mes se anunció que se exigirá una cuenta de correo electrónico para que se pueda guardar la dirección IP del usuario. Esto resultaría útil para saber la ubicación geográfica del acosador.

El internet no es malo y las redes sociales tampoco. Los riesgos de este fenómeno llamado Ask.fm pueden reducir aumentando la seguridad de tu cuenta. Solo debes permitir preguntas de personas que conozcas, denunciar las preguntas molestas, elegir bien las preguntas que contestarás y evitar a extraños.

Actualmente el portal tiene 50 moderadores que revisan más de 30 millones de preguntas y respuestas al día. En América Latina Ask.fm creció en más de 5000% y cuenta con 12.9 millones de visitantes.

Fuente: Andina / @EstebanMarchand