Una bella joven conoce de casualidad al que sería el amor de su vida. Ella estaba caminando y de manera fortuita interrumpe una sesión fotos.

Ella avergonzada pide disculpas y el fotógrafo le esboza una sonrisa y la lanza una tierna mirada. Luego él aparece en la peluquería donde ella es estilista y se ofrece a lavarle el cabello.

El amor entre ellos ya había nacido, pues ella va su departamento para devolverle la gorra que había dejado en su centro de trabajo. Él la convence, pese a su negativa en el inicio, para que pose para su cámara.

De esos encuentros fortuitos, nació el amor pero no tendría un final feliz. Ella se ofrece a traer el rollo para la cámara para continuar con la sesión. Ingresó al cuarto de revelado y sin darse cuenta, botó un líquido que le dañó los ojos.

De emergencia la llevaron al hospital, donde dieron la triste noticia: Ella perdió la vista. Esto tumbó al joven enamorado, quien tomó una drástica decisión todo por ella, todo por el amor de su vida.