Joni Bakaradze falleció en 1995 en Georgia, en Europa, y desde hace 18 años su cadáver reposa en el sótano de su casa, resguardado por su mamá, quien lo cambia de ropa en cada cumpleaños.

“Una noche soñé que alguien me decía que me levantara y comenzara a cuidar el cuerpo con vodka. Desde ahí uso ese método”, confesó Tsiuri Kvaratskhelia, la madre de Joni.

Tsiuri baña todos los días el cuerpo de su hijo con vodka, logrando preservar el cadáver en buen estado. Sin embargo, hace algunos días la abnegada madre se enfermó y no pudo hacer su acostumbrado trabajo por casi una semana, siendo devastador para el cuerpo de su hijo.

“Cuando vuelva a utilizar las sábanas mojadas en vodka su piel se volverá blanca de nuevo y todo estará normal otra vez”, señaló la madre en un video que fue publicado en YouTube y que tiene decenas de miles de vistas.