Hace poco el mismo canal de YouTube realizó un experimento social que se volvió viral en las redes sociales, en donde simulaban que un hombre drogada o “pepeaba” a una mujer en un restaurante. Y cuando la gente lo veía, inmediatamente lo confrontaba y llamaban a la policía en cuestión de segundos.

Sin embargo, ahora el experimento es invertido y es la mujer quien ahora intenta drogar al hombre. Pero, ¿la gente hará lo mismo? Cuatro de cada cinco personas no hicieron absolutamente nada e incluso tomaron a la broma el hecho, dejando a su pobre suerte al sujeto que, si fuese un caso real, hubiera terminado en una desgracia.

Al final del video surge una esperanza, cuando es una mujer quien confronta a la chica que trata de ponerle una sustancia sospechosa a su pareja en la bebida. Ella la confrontó cuando nadie anteriormente lo había hecho. Esto nos enseña que (si bien es cierto hay muchos más casos de mujeres que sufren un atentado contra su integridad por sujetos) no debe haber ninguna diferencia de géneros cuando se trata de defender a una persona.