Los padres siempre buscan que sus hijos sean felices y se sienten frustrados cuando eso no sucede. Este es el caso de una bella adolescente que perdió la audición. Ella se sume en la tristeza al no poder oír.

Sin embargo, su papá, tras ver que su joven hija sufre, decide hacer algo al respecto. Pues antes un amigo de ella había tocado el timbre de su departmento, y la joven no se enteró porque no puede escuchar y, por ende, no pudo recibirlo.

El papá se las ingenia y realiza un cambio en la casa. Ahora cada vez que alguien toque el timbre, también se prenderá la luz de la lampara de su hija. Al ver que sucede esto, la adolescente se acerca a la ventana y puede ver que su amigo la está buscando.

Inmediatamente lo abraza, le agradece de corazón y le dice que lo ama. Ese fue el mejor regalo que pudo recibir: la felicidad de su hija reflejada en una inolvidable sonrisa.