La pesadilla de todos los que hemos estado nerviosos en nuestra ceremonia de graduación, es caernos. Sobre todo porque hay cientos de miradas posándose en nuestro espectáculo y con semejante vestuario incómodo. Pero al parecer a este muchacho no le importaba mucho eso. Y aunque este tipo de ceremonias siempre son inolvidables, los homenajeados siempre lo recordarán especialmente a él.

Esto ocurrió el pasado domingo en la Universidad de Davenport, en Estados Unidos. Allí, en medio de una ceremonia de graduación de un amplio número de estudiantes, uno de ellos decidió hacer un acto de fe.

Es decir, quiso festejar su ilustre momento tras recibir su diploma realizando una pirueta: un salto de 360 grados en el aire. Y aunque parece que sí tiene experiencia realizando este tipo de salto arriesgado, la suerte le jugó en contra y terminó impactándose en el suelo ante la mirada atónita de los profesores y los propios asistentes.

Segundos después y afortunadamente, se levantó sin sufrir algún daño. Sin embargo, parece que nunca va a olvidar ese momento; y sus compañeros, mucho menos. Algo quedará inmortalizado.