Los felinos hogareños son conocidos no exactamente por su gusto al agua. Las personas no suelen bañar a sus lanudas mascotas tal y como lo hacen con los perros debido a que los gatos pueden asearse a ellos mismos de forma correcta. Es más, pasan de cuatro a cinco horas al día haciéndolo.

Algunos gatos son acostumbrados al agua desde muy pequeños, para que ya de grandes puedan disfrutar de la experiencia de un baño. Sin embargo, este no parece ser el caso de estos gatitos, los cuales parece que no estuvieran muy confortables con sus humanos.

Cabe recalcar que no es necesario bañar a un gatito muy seguido; sino solo esporádicamente o dos veces al mes para asegurar su aseo y, de paso, aplicarle alguna que otra loción antiparasitaria o anti pulgas.

Fuente: distractify.com