El Laboratorio de Investigación de ESET analiza los casos en que los cibercriminales secuestran una cuenta de , teniendo acceso a todos los contactos, archivos y las conversaciones de la cuenta de la víctima.

Para lograrlo, los cibercriminales utilizan un tipo de ataque conocido como QRLjacking. El mismo se aprovecha de técnicas de ingeniería social para atacar aplicaciones que utilizan código QR como método para registrarse, como la propia aplicación de WhatsApp, que ofrece a los usuarios la posibilidad de utilizar la aplicación en una computadora.

La versión para computadoras de la App denominada requiere para acceder a la cuenta el escaneo de un código QR; sigla en inglés para abreviar el término Quick Response. Al abrir la página de acceso (https://web.whatsapp.com), se escanea el código a través de la aplicación y la App puede ser utilizada en la computadora.

Según informa ESET, los cibercriminales se aprovechan de esa función para convencer a las víctimas de escanear el código QR generado por ellos y realizar así el ataque. A continuación, se presenta un ejemplo de página, creada por la herramienta, que intenta secuestrar la sesión de las víctimas:

El código QR es una imagen que, después de interpretada, puede contener una URL o alguna otra información que puede ser interpretada por el dispositivo. En el caso de , la app utiliza ese código para validar el acceso de los usuarios a su sistema, sin ningún tipo de validación adicional. Sabiendo esto, los cibercriminales desarrollaron herramientas que capturan y almacenan la imagen del código QR generado por WhatsApp y crean un nuevo código QR para mostrar a la víctima.

Después de eso, la sesión de la víctima queda almacenada en la computadora del criminal y éste puede utilizarla como desee, incluso sin causar ningún tipo de interrupción en el uso de la aplicación en el teléfono de la víctima.

“Si bien analizamos la amenaza que ocurre en , es importante subrayar que diversas aplicaciones utilizan código QR. El hecho de que exista la posibilidad de comprometer a los usuarios de WhatsApp significa que todas las aplicaciones que utilicen códigos QR de esta misma manera pueden sufrir ataques similares.”, mencionó Daniel Barbosa, Especialista en seguridad informática de ESET Latinoamérica.

“Es posible incrementar el nivel de control para que el código QR pueda ser utilizado de forma más segura, pero la seguridad altera el equilibrio entre usabilidad y seguridad. También es necesario una concientización por parte de los fabricantes para que los datos de los usuarios estén cada vez más protegidos y que las aplicaciones cuenten cada vez más con recursos enfocados en la seguridad de los usuarios.”, concluyó Barbosa.