Los dispositivos se han vuelto esenciales para mantener a las personas en contacto, pero para muchos también son un apoyo necesario en una variedad de situaciones sociales cuando no quieren interactuar con los demás. Una reciente encuesta de confirma esta tendencia de comportamiento al descubrir que 75% de las personas en América Latina admitió que usa su dispositivo para fingir estar ocupada cuando no quiere hablar con otra persona, lo que demuestra la importancia de mantener protegidos los dispositivos bajo toda circunstancia.

Imagínese que ha llegado a un bar y espera a la persona con quien se ha citado. El bar está concurrido y la gente está hablando a su alrededor. ¿Qué hace ahora? ¿Entablar una conversación con alguien que no conoce? ¿Sacar su teléfono hasta que llegue su cita para mantenerse ocupado? ¿Por qué hablar con personas o incluso tener contacto visual con otras cuando puede mirar fijamente a su dispositivo?

La verdad es que el uso de los dispositivos hace que sea mucho más fácil evitar las conversaciones triviales o incluso ser cortés con quienes nos rodean. La investigación de Kaspersky Lab ha descubierto que 72% de los latinoamericanos usa un dispositivo cuando no sabe qué hacer en determinada situación. También son una distracción para las personas, incluso cuando no tratan de parecer ocupadas o evitar la mirada de alguien. El 42% de las personas en la region admite que usa un dispositivo solo para matar el tiempo todos los días y 48% lo usa como una distracción diaria.

Además de ser solo una distracción, los dispositivos también son un salvavidas para aquellos que prefieren no hablar directamente con otras personas en situaciones cotidianas, para completar tareas esenciales. De hecho, casi un tercio (33%) de las personas preferiría realizar tareas como pedir un taxi o buscar direcciones de donde necesita ir a través de un sitio web o una aplicación porque le resulta una experiencia más fácil que hablar con otra persona.

Tanto si son una ayuda para evitar el contacto directo o llenan un vacío en nuestra vida cotidiana, nuestra constante dependencia de los dispositivos se ha convertido en motivo de pánico cuando se vuelven inutilizables. El 37% de las personas en América Latina les preocupa no poder entretenerse si no pueden acceder a un dispositivo conectado y un 14% incluso le preocupa que no pueda fingir estar ocupados si su dispositivo está fuera de servicio.

Dmitry Aleshin, vicepresidente de marketing de productos en Kaspersky Lab, dijo: “La dependencia en los dispositivos nos está impactando en muchas más formas de lo que esperábamos. No hay duda de que estar conectado nos hace la vida más fácil, pero los dispositivos también son vitales para ayudar a las personas a superar situaciones sociales difíciles y diferentes. No importa para qué requiera del ‘apoyo’ que significa estar conectado, es esencial asegurarse de que su dispositivo esté en línea y disponible cuando más lo necesite”.