Cuando en 1996 Steve Jobs, cofundador de la compañía informática , volvía a sus orígenes y tomaba asiento en la presidencia de su consejo de administración muy pocos apostaban por el futuro de una empresa en horas bajas y aplastada por la competencia, que vendía sus productos a un menor coste.

Veintidós años después, y ya sin Steve Jobs al frente, la compañía de la manzana, que hoy presenta en San Francisco las novedades de este año, supera el billón de dólares en capitalización bursátil y se ha convertido en un referente de la alta tecnología y la innovación.

Este supuesto milagro ha sido sustentado en el éxito de tres desarrollos tecnológicos que han colocado la marca Apple como referente del buen gusto, del diseño más innovador y de la tecnología de vanguardia: el reproductor musical iPod, el teléfono iPhone y la tableta iPad.

Además, en abril de 2015 se lanzó el AppleWatch, un nuevo dispositivo con el que la compañía pretende dar un buen mordisco al mercado emergente de los “wearable” (ponible).

El primer reproductor digital de música de , conocido como iPod, se presentó en la Apple Music Event celebrada en octubre de 2001.

Los primeros iPods tenían una capacidad de 5 y 10 gigabites y a su moderno diseño unían una gran calidad de reproducción. Pero la idea genial detrás del invento fue su vinculación con una tienda virtual de canciones en Internet, iTunes Store, que convirtió a Apple en proveedor de contenidos multimedia.

Después de vender más de 300 millones de unidades, Apple comercializó el último modelo de iPod en 2015. La razón de la retirada de los mercados hay que buscarla en la competencia de los teléfonos inteligentes, y el nuevo concepto de reproducción musical orientado cada día más a servicios de música en línea.

El iPhone es un “smartphone” (teléfono inteligente) de pantalla táctil con conexión a internet y capacidades multimedia, del que la compañía anunció a mediados de 2016 que había vendido más de mil millones de unidades.

Con una interfaz minimalista y el inconfundible diseño marca de la casa, fue presentado el 9 de enero de 2007. El anuncio de su lanzamiento en Estados Unidos, el 29 de junio de ese año, supuso todo un acontecimiento. Desde semanas antes de su salida al mercado las expectativas habían desbordado todas las previsiones.

En la prensa aparecieron miles de artículos analizando el aparato bajo el punto de vista tecnológico y el financiero. En Internet más de doscientos millones de páginas web contestaban a la entrada Iphone en el buscador Google.

La última visión de Steve Jobs, antes de su muerte, fue un ordenador de tableta que responde a la denominación iPad. Los primeros modelos contaban con pantalla táctil de 9,7 pulgadas (24,64 centímetros).

En esta ocasión no era una idea novedosa, pero la compañía de la manzana supo dotar a sus tabletas de los aspectos característicos de sus productos, convirtiéndolo en un fetiche y objeto de culto para sus partidarios.

Si la expectación que rodeó al lanzamiento del iPhone fue espectacular, la del iPad consiguió incluso superarla y se convirtió en un auténtico acontecimiento global.

La presentación tuvo lugar el 27 de enero de 2010 en San Francisco. Ese día, la imagen de Steve Jobs mostrando al mundo el iPad fue repetida en directo por miles de blogs y páginas de Internet de todo el mundo y las televisiones no le ahorraron espacio en sus informativos.

En sus ocho años de historia el iPad se ha convertido en la tableta más popular en el mundo. Según los datos de la consultora IDC, Apple ha vendido 43,8 millones de iPad en 2017. Sus principales competidores, Samsung y Amazon, vendieron 24,9 millones de unidades y 16,7 millones de unidades de sus tabletas, respectivamente.

La última novedad, Cupertino, responde al nombre de AppleWatch. Es el primer modelo de una nueva tendencia en la electrónica de consumo conocida como “wearable” (ponible) y que, según los analistas, se convertirá en una de las líneas más rentables en los próximos años.

Se trata de un reloj capaz entre otras funciones de conectarse con el iPhone para avisarnos de las llamadas o notificaciones entrantes. El AppleWatch proporcionará además información sobre el ejercicio físico que practicamos mientras lo llevamos puesto o nuestro estado de salud. Y además se podrá consultar la hora con un margen de error de 50 milésimas de segundo.

Mucho se ha especulado sobre las razones que han llevado a la compañía de la manzana a no continuar la serie de aparatos con el prefijo “i”, como sus antecesores. La decisión puede responder al hecho de que el nombre de iWatch ya había sido registrado en algunos países. Otras fuentes apuntan a que con el AppleWatch la empresa lanza su primera línea de productos después de la desaparición del legendario fundador de la compañía, Steve Jobs.

Fuente: EFE