En un tiempo en que la solidaridad es cada vez más escasa, la inocencia pura y sincera de una pequeña niña de tres años sorprende al mundo entero.

Emily James una infante de 3 años de edad, muy desenvuelta, decidió donar parte de su cabello a aquellas niños que padecen de cáncer.

Una acción más que conmovedora para la reflexión.