Un dispositivo robótico blando que ayuda al corazón a mantener su movimiento natural promete ofrecer una nueva estrategia para tratar insuficiencias cardíacas, según un estudio difundido hoy.

Diseñada por un equipo de científicos en Estados Unidos y probada en cerdos, esta prótesis mejora la capacidad del corazón, a la vez que evita entrar en contacto directo con la sangre, explica la investigación publicada en la revista Science Translational Medicine.

“Compuesto por materiales blandos que tienen propiedades similares a las del músculo del corazón, el dispositivo no tiene contacto con la sangre y su movimiento puede ser ajustado para un efecto terapéutico óptimo”, explicó Ellen Roche, investigadora de la Universidad de Harvard y quien dirigió el estudio.

Una característica importante, afirmó la experta, es que este sistema “puede aumentar las funciones sistólica y diastólica” del miocardio con insuficiencia, es decir, mejorar los movimientos de contracción y relajamiento del corazón.

Por el momento, la prótesis fue ensayada en cerdos: en seis ejemplares, pudo sincronizarse con el corazón, copiar el comportamiento normal del músculo y restablecer el flujo sanguíneo.

Se estima que unos 41 millones de personas se encuentran afectadas por insuficiencia cardíaca en todo el mundo.

Como esta condición suele afectar a una sola porción del corazón, los científicos resaltan que han podido ajustar el dispositivo para que actúe sobre la cavidad derecha o la izquierda del músculo.

Roche destacó que, como no hay contacto directo entre el dispositivo y la sangre, “se espera que las complicaciones relacionadas puedan reducirse”.

Para la experta, esta tecnología novedosa reduce el riesgo de coágulos y sus complicaciones asociadas, como los ataques cerebro-vasculares, y podría permitir a los pacientes evitar el uso de anticoagulantes.

“Se requiere más trabajo para refinar la tecnología y permitir que pueda implantarse a largo plazo en el cuerpo”, reconoció Roche.

En ese sentido, los investigadores aún necesitan desarrollar los medios óptimos para incorporar el dispositivo al corazón.

Para continuar con ese trabajo, se requerirán más estudios para mejorar la duración del dispositivo y advertir las complicaciones crónicas que puedan ocurrir con su implementación.

Fuente: EFE

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