El imitador de Nicolás Reyes, líder de los Gipsy Kings, tuvo un pequeño cruce de palabras con el juez Fernando Armas pues no estaba conforme con sus evaluaciones debido a que consideraba estar dando su mejor esfuerzo.

Armas, se defendió asegurando que su trabajo como jurado era bastante serio y que a través de la escuela del reality ellos analizaban exhaustivamente a los personajes para poder emitir sus críticas.

Además, el productor Ricardo Morán aclaró que como seres humanos los jurados pueden equivocarse, pero él como concursante aceptaba someterse a sus juicios, por lo que tenía que se exponía a los errores que pudiera cometer el jurado.