Juan Carlos, el único de los Ferrando continúa con vida, sigue luchando con el mal que se llevó a toda su familia, la diabetes, ahora nos muestra su nueva vida alejando de los escándalos, la televisión y las cámaras, pues ha afincado su hogar al lado de su pareja, en el puerto norteña de Pacasmayo.

A pesar de aun extrañar hasta las lágrimas a su familia, Juan Carlos ha asegurado vivir feliz al lado de su pareja con quien comparte su vida hace más de tres décadas y sus siete perros que lo cuidan y le dan la alegría de su vida.

“Quiero que se pongan una mano en el pecho y se pregunten, ¿Por qué no podemos vivir la misma vida que vive usted? ¿Por qué no puedo bailar con él en una discoteca, por qué no puedo dejarle mi herencia, por qué no puedo asegurarlo conmigo? Somos simplemente diferentes y mientras no le hagamos daño a nadie, el gobierno y la sociedad no tienen nada que hacer en los cuartos de la nación”, dijo el hijo de Don Augusto pidiendo una ley en pro de la unión civil homosexual.