Nicola Porcella y Yaco Eskenazi fueron sometidos a una terrible tortura en manos de las mamachas, quienes los depilaron con cera mientras trataban de hacer adivinanzas con sus respectivos equipos.

Los gritos y saltos de dolor no se hicieron esperar. Entre otros suplicios, los participantes tuvieron que soportar la presión de ganchos de en la cara y las tetillas.

Luego del triunfo de Las cobras, Porcella y Eskenazi se divirtieron jugando lucha libre con las aguerridas mamachas.