Gino Pesaressi mostró su lado más humano al cumplir el sueño de una niña llamada Lucía, que interrumpió su pasión por el baile debido a un accidente automovilístico que la dejó en coma.

Tras despertar de su estado vegetativo, la menor quedó con parálisis facial. A su llegada al set, Lucía pidió abrazar a Pesaressi, quien la sorprendió con la promesa de pasar todo un día de diversión juntos.