Nicola Porcella y Rafael Cardozo enfrentaron su castigo de principio a fin, permaneciendo 24 horas esposados y viviendo en la casa del integrante de Los leones.

Discutiendo en el baño, la mesa y la cama, Porcella tuvo que acostumbrarse al modo de vivir de su rival, llegando a incomodar a la propia Cachaza, pareja del brasileño.

Finalmente, la dupla logró superar sus diferencias y se retiró el castigo de las esposas.