La bella morocha se resistió a que el coqueto torero le rosara los labios, por lo que automáticamente se le dio el punto a los varones, mientras que Nicola Porcella, a quien le tocó jugar con la brasileña Caipirinha, ni corto ni perezoso, participó tranquilamente la secuencia.

Arizaga, notoriamente molesta con Caipirinha y más con Nicola, no dudó en vengarse cuando le tocó nuevamente su turno. En esta oportunidad, sí rozó los labios de Pavón.

Ella no quiso cambiar, cuando Nicola, pidió volver a jugar con ella. Enojada, Angie indicó que seguiría jugando con Antonio.

Ante ello, Porcella no evitó ser aun más travieso con la brasileña, quien pidió disculpas a su amiga.